Los efectos del aceite de oliva sobre el sistema cardiovascular
ESENCIA de OLIVO
Los efectos del aceite de oliva sobre el sistema cardiovascular son, en el momento actual, los que más interés suscitan, dada la gran prevalencia de las enfermedades cardiovasculares en el mundo socioeconómicamente desarrollado y la relación causal tan estrecha que tienen con la grasa alimentaria. |
La importancia del aceite de oliva en relación a la enfermedad cardiovascular fue puesta de manifiesto por Ancel Keys y su equipo de investigación, en el célebre estudio poblacional transversal de tipo ecológico de los siete países. La baja mortalidad por enfermedad coronaria que presentaban los países mediterráneos incluidos en el estudio era debida, según los autores del mismo, al consumo de una dieta típica del mediterráneo, en donde el aceite de oliva ocupaba un papel protagonista. | ||
Dentro de las enfermedades cardiovasculares destaca la enfermedad coronaria o cardiopatía isquémica, cuyo proceso se puede considerar que es el resultado de un doble problema, uno de tipo crónico y que sucede durante muchos anos, por el cual se forma una placa aterosclerótica que obtura u ocluye parcialmente el vaso (aterogénesis); y, otro de tipo agudo que consiste en la formación de un trombo formado en respuesta a un daño que sufre la citada placa, que es capaz de ocluir la luz residual o total de un vaso, impidiendo el riego al tejido subyacente, produciéndose un infarto (trombogénesis). |
Arterioesclerosis
Las enfermedades cardiovasculares suponen la primera causa de mortalidad y morbilidad en los países desarrollados y su incidencia aumenta progresivamente en los países en vías de desarrollo. Un gran número de enfermedades cardiovasculares, tales como la angina de pecho, infarto de miocardio, hipertensión arterial y enfermedad vascular periférica tienen su origen en la aparición de arterioesclerosis.
Actualmente está bien establecido que el aceite de oliva tiene un papel preventivo y terapéutico en el tratamiento de las enfermedades cardiovasculares. Los efectos se atribuyen mayoritariamente a su elevado contenido en ácido oleico. Sin embargo, en los últimos años distintos estudios han puesto de manifiesto el posible papel de las sustancias antioxidantes presentes en la fracción minoritaria del aceite (insaponificable – 1,5%) en relación con el desarrollo de la arterioesclerosis.
Los primeros estudios científicos que sugirieron un papel del aceite de oliva en la prevención de las enfermedades cardiovasculares se deben a los estudios de Ancel Keys y sus colaboradores. En 1952, y posteriormente en 1970, observaron que la incidencia de la enfermedad coronaria era muy baja en países como Italia, donde el consumo de grasas monoinsaturadas es elevado.
Observaciones epidemiológicas posteriores han confirmado que las personas que viven en el área Mediterránea, quienes consumen una gran cantidad de vitaminas antioxidantes, tienen un menor riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares. Así, la dieta juega un papel muy importante en el desarrollo de la arteriosclerosis tanto para decrementarla como para enlentecerla.
El aceite de oliva presenta un efecto diferencial frente a otros aceites vegetales ricos en ácidos grasos poliinsaturados o monoinsaturados. Todos ellos dan lugar a un descenso del colesterol-LDL (colesterol malo), mientras que sólo el aceite de oliva previene la bajada de colesterol-HDL (colesterol bueno). Sin embargo, es sólo el aceite de oliva virgen el que inhibe la oxidación de LDL gracias a su alto contenido en compuestos antioxidantes, particularmente tocoferoles y compuestos fenólicos.
Finalmente, se ha observado un efecto inmunorregulador de arteriosclerosis en el aceite de oliva virgen, capaz de modular los procesos de inflamación en la pared de la arteria al inhibir la producción de citoquinas, la adhesión de los leucocitos a la pared arterial y la agregación plaquetaria. |
Trombosis
El aceite de oliva, a través del ácido oleico y sus componentes antioxidantes, afecta distintos procesos relacionados con aparición de una trombosis. De esta manera, el ácido oleico reduce la presión arterial, protege el endotelio de la arteria y amortigua el proceso inflamatorio.
En cuanto a los fenómenos de agregación plaquetaria (favorecedores de la aparición de un trombo), el aceite de oliva reduce la misma: aumenta los umbrales de concentración para compuestos que inducen dicha agregación como colágeno y adrenalina; reduce la liberación de tromboxano A2 (clave en la agregación plaquetaria); y disminuye los niveles del Factor von Willebrand (Factor vW) que hace que las plaquetas permanezcan adheridas a la pared del vaso.
Asimismo, interviene en el procesos de coagulación. Reduce el factor procoagulante VII, el Inhibidor del Factor Tisular (TFPI), sustancia fundamental en la modulación del efecto del Factor Tisular (TF), componente protrombótico principal de la placa rota. |
Fuente: Informe del instituto Omega-3 Aceite de oliva virgen: nuestro patrimonio alimentario y el libro Aceite de oliva, alma del mediterráneo